Cómo hacer la lista de invitados para una boda

La lista de invitados es un asunto de especial importancia que debes cerrar a la mayor brevedad posible. A partir de la lista se conocerá el número de los invitados y ello determinará el espacio escogido, la gastronomía elegida y en definitiva, un sinfín de detalles relacionados con la organización y el presupuesto de tu boda.

Os aconsejamos cinco pasos estrella para llevar a cabo esta tarea de la mejor forma posible.

  1. Considerar una cifra aproximada
  2. Establecer un presupuesto
  3. Escoger a los invitados
  4. Preparar un borrador
  5. Recordar estos consejos

 

  1. CONSIDERAR UNA CIFRA APROXIMADA

No tenéis por qué cerrar la lista definitiva un año antes de la celebración, pero si estaría bien que tuvierais una cifra aproximada del número de invitados con tiempo suficiente.

Es cifra primera  aproximada podéis determinarla en números redondos con múltiplos de 50. De esta forma sabréis a qué tipo de  celebración os enfrentáis y que espacios son capaces de acogerla con todo lo que cada uno de ellos implica. Sabéis que algunos lugares de celebración tienen un mínimo o un máximo de personas permitido que los novios deben respetar. Para ello calculad al alza las personas que podrían asistir, incluso aquellas que acabéis eliminando y empezad a planear todo lo demás. Por ejemplo, el número de invitados aproximado os permitirá determinar el tipo de celebración, pues muchas, ya sean intimas o multitudinarias, vienen determinadas por esa cifra.

  1. ESTABLECER UN PRESUPUESTO

La boda es un momento muy especial que la mayoría de los protagonistas quieren compartir con el mayor número de personas posible. Sin embargo es importante no volverse loco, ya que el número de invitados está íntimamente ligado al presupuesto.

El local escogido muchas veces influido por esa cifra de invitados, implica un montante que varía de sobremanera si sois más o menos flexible con la lista. También influye en el aperitivo, el banquete, los regalos y la barra libre. Todo ello incide en el presupuesto, así que pensad primero a cuantas personas tenéis la capacidad de invitar, y después incluid o quitad asistentes si no queréis meteros en un problema.

A la hora de fijar ese presupuesto, averiguad primero si vuestros padres van a participar en vuestra boda a nivel económico. Esta práctica pertenece a otras generaciones, pero hay familias que lo siguen teniendo en cuenta. A  partir de ahí, uniendo cantidades quizás os podáis plantear invitar a unos o a otros.

Otro de los momentos más divertidos y más desesperantes a la vez es la elaboración de la lista porque lo que puede empezar como un juego, acaba convirtiéndose en una pesadilla en la que juegan el compromiso, la conciencia, la necesidad y el humor.

Hay ciertas reglas que debéis cumplir si no queréis  provocar un cisma en vuestros diferentes grupos sociales. Por ejemplo, todos los familiares más inmediatos deben aparece en vuestra lista, igual que vuestro grupo de amigos habitual.

A partir de aquí, cada pareja decide quién es más o menos necesario en su lista de invitados.

En cuanto a los compañeros del trabajo, vuestros jefes deben estar invitados solo si tenéis cierta relación o trabajáis directamente con ellos. En cuanto a los compañeros es más complicado, pues todo el mundo tiene sus grupos y los normal es que acudan todos los, pero siempre hay ciertos colegas con los que tienes menos tienes menos relación que podrían no ir.

En este apartado de la organización, el compromiso es uno de los principales escollos para alcanzar los objetivos y normalmente el principal motivo que alarga la elaboración de la lista de invitados.

Desde aquí os aconsejamos que hay que huir del “compromiso”, pero también sabemos que hay excepciones que merecen una consideración.

  1. PREPARAR UN BORRADOR

Cuando llega el momento de concretar tiraremos de una serie de listas perfecta para “pulir “la organización. Haced dos listas, una para las personas que tenéis y queréis invitar si o si, sin reservas y una segunda lista, ordenada por preferencias.

También podéis hacer previamente tres listas, una por cada integrante de la pareja y una tercera con  las personas que aportáis en común si es el caso. Intentad que las dos listas individuales estén más o menos  niveladas o intentad nivelar una de ellas si la otra no tiene demasiadas personas. Ésta compensación o recorte suele acabar con las personas más alejadas de vuestra vida actual o que solo figuraron como posibilidad por diferentes motivos.

4. RECORDAD ESTOS CONSEJOS

Hay tres reglas a la hora de mandar la invitación, que se puede seguir o no. En primer lugar, si vuestra invitación va dirigida a un familiar con su propia familia, la invitación suele incluir el nombre de dicha persona acompañada de las palabras “y familia”.

Si vuestro invitado no es de vuestra familia y tiene pareja confirmada, lo más lógico es incluir el nombre de ambos en el sobre de invitación.

En el caso que la presencia del acompañante no sea obvia y que quede en duda, ya sea porque no se conozca la pareja o porque todavía no sea “oficial”, la invitación incluirá el nombre de la persona invitada con la poción de sumar el acompañante con el famoso +1. Si es así, deberá comunicároslo para que tengáis a esa persona en cuenta en la organización de la lista. Por suerte, algunos + 1 saben perfectamente a qué eventos deberían o no acudir, aunque si ese + 1 no cuadra en vuestro gran día quizás tampoco lo haga vuestro invitado.

La familia central debe ser invitada al completo, pero en el caso que quieras incluir a algún miembro de la denominada familia extendida, no debes establecer preferencias. Si invitas a uno, te recomendamos que hagas lo propio con el resto con el fin de evitar los problemas familiares que pueden surgir. Con los amigos no es tan restrictivo, pero cada círculo y cada persona son un  mundo, así que ten cuidado.

 

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